Los índices de mujeres que laboran como independientes en Colombia son más altos que en el resto de la región.
La falta de oportunidades, las condiciones desfavorables frente a los hombres y las barreras de acceso a educación de calidad, son problemáticas que hacen parte del panorama que deben enfrentar las mujeres cuando tratan de avanzar y destacarse en el mercado laboral. A pesar de que se ha hablado mucho sobre esto, todavía sigue siendo un reto pendiente.
En Colombia este flagelo no es ajeno a la realidad, basta con mencionar los recientes datos de desempleo para junio que presentó esta semana el Dane y mostraron que el deterioro laboral se sintió con más fuerza entre las mujeres, puesto que la mayoría de puestos de trabajo que se perdieron estaban siendo ocupados por ellas.
Si bien en el país ya hay una Ley de Formalización y Generación del Empleo y se están impulsando otras estrategias para facilitar la integración de las mujeres en el mercado laboral, muchas enfrentan una doble carga de responsabilidades laborales y domésticas, que pone cuesta arriba la búsqueda de sus metas.
Esto, según los expertos, las lleva a desistir de trabajar en empleos formales y buscar ingresos por cuenta propia para equilibrar mejor sus compromisos familiares. Engrosando con esto los registros de inequidad de género y las brechas sociales entre unas y otros, dejando claro que es necesario redoblar esfuerzos.
Para Jackeline Henao Bustos, fundadora y directora de Team Consultor, la carga desproporcionada, la falta de balance entre vida y trabajo, las limitadas oportunidades educativas y el acceso restringido a recursos, son algunos de los principales obstáculos que obligan a las mujeres a trabajar por cuenta propia en muchos casos en informalidad.
“Es crucial que, además de generar oportunidades en el mercado laboral, se creen las condiciones para que las mujeres puedan permanecer y crecer en sus trabajos. Para lograrlo, es necesario trabajar de forma holística en las organizaciones, fomentando culturas organizacionales más equitativas y sensibilizando sobre la importancia y valoración del trabajo de cuidado”, mencionó Henao Bustos.
De acuerdo con el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo sobre el mercado laboral femenino en América Latina y el Caribe, en Colombia, el 40% de las mujeres trabaja por cuenta propia mientras en países como Chile, Uruguay, Costa Rica y Argentina esta cifra no alcanza el 20%.
“El informe también destaca que las diferencias de género y las desigualdades entre mujeres no solo se asocian con el tipo de inserción laboral por sector y categoría de ocupación, sino también con la calidad del empleo. Por ejemplo, en explotaciones mineras pequeñas, las mujeres representan hasta el 50% de la mano de obra, aunque sus salarios son generalmente inferiores a los de sus homólogos masculinos”, agregó esta experta.
Naciones Unidas también resalta que las mujeres dedican más del triple de tiempo al trabajo no remunerado en comparación con los hombres y que esto afecta negativamente su participación en el mercado laboral remunerado, siendo un punto de partida frente a la generación de estrategias para solucionar el problema.
“Para incrementar la participación laboral de las mujeres, es esencial incentivarlas a estudiar o continuar con una formación superior que les permitirá acceder a mejores empleos y mejorar su calidad de vida. Este enfoque subraya la importancia del desarrollo de políticas públicas, empresariales y estrategias que promuevan una cultura de la equidad de género en el mercado laboral, reconociendo y valorando equitativamente las contribuciones de las mujeres”, añadió Henao.
Las brechas en el mercado de trabajo entre los géneros persisten, pese a las mejoras observadas, entre otros factores según el informe, a carencias educativas, la maternidad temprana, la carga de cuidados que se impone a las mujeres en los hogares, es por esto que, el esfuerzo no debe hacerse únicamente desde el sector público, si no también con un cambio de mentalidad y cultura desde el sector privado.
“El crecimiento económico no es suficiente para cerrar el círculo de necesidades, a medida que más empresas se apropien y promuevan en sus culturas el enfoque de equidad y trabajen en la implementación de políticas con acciones concretas en materia de género se brindarán mejores condiciones y disminuirá el número de mujeres que trabajan por cuenta propia en condiciones precarias”, finalizó Jackeline.
Fuente: Portafolio.