Cada 10 de octubre la OMS celebra el Día Mundial de la Salud con el objetivo de aumentar la conciencia sobre los problemas de salud mental y a combatir los mitos y estigmas que los rodean.
Cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental con la intención de visibilizar y crear consciencia sobre los problemas que la rodean y generar nuevas soluciones. Una encuesta realizada por el Ministerio de Salud en 2023 reveló que el 66,3 % de los colombianos declara haber enfrentado algún problema de salud mental.
Según Unicef, la salud mental significa algo más que la ausencia de trastornos mentales, sino que es fundamental para nuestra capacidad de pensar, sentir, aprender, trabajar, establecer relaciones significativas y contribuir al mundo.
Es clave reconocer que la salud mental no es un lujo, sino un derecho fundamental de cada ser humano. Invertir en la salud mental y en la calidad de vida de las personas es invertir en un mejor desarrollo para país. En este sentido, los problemas asociados con esto no solo afectan el bienestar de las personas, sino que la carga económica que recae sobre los fenómenos es altísima.
Además de los costos asociados con los tratamientos y la atención médica, la OMS estima que el 15 % de los adultos en edad laboral sufre algún tipo de trastorno mental, causando pérdidas de productividad de 1 billón de dólares al año. Mientras que los datos del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) afirman que más de 56.000 millones de dólares se perdieron en una década, debido a trastornos mentales y lesiones autoinfligidas.
Además, el Ministerio de Trabajo informó que el 80 % de los trabajadores en el país experimentan niveles elevados de estrés laboral, lo que resalta la desconexión entre el tiempo trabajado y la eficiencia real. Por esto, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental es esencial que las compañías implementen medidas efectivas para promover una buena salud mental.
Síndrome del burnout
El burnout o síndrome del quemado hace referencia a un desgaste emocional, mental y físico causado por factores laborales. No se trata únicamente de estrés, sino de un deterioro crónico de la salud que ha sido reconocido por la OMS en su clasificación de enfermedades.
La organización señala tres signos principales de este síndrome: sensación constante de cansancio, desapego mental hacia el trabajo y disminución en la eficacia profesional. Otros síntomas incluyen dudas sobre las propias capacidades, cambios en los hábitos de sueño e irritabilidad. Cifras revelan que el 56% de los trabajadores a nivel mundial presenta situaciones que los sitúan en riesgo de padecerlo.
La conexión entre el burnout y el deterioro de la salud es evidente. Quienes lo padecen tienen un 180% más de riesgo de sufrir trastornos depresivos, un 40% más de riesgo de padecer hipertensión y un 57% más de probabilidad de ausentarse en el trabajo, señaló la OMS.
¿Qué rol deben asumir las empresas?
Las empresas deben alinearse para generar la implementación de programas de promoción de salud mental y prevención de riesgos psicosociales, para promover un entorno laboral saludable que mejore la calidad de vida de los empleados y aumente la productividad y reduzca el ausentismo. Mantener esto debe ser una prioridad en las políticas corporativas y de recursos humanos.
Claudia Sterling, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Cruz Verde señala que “la implementación de programas de bienestar es eficaz, pues el 67 % de las personas que trabajan en empresas con estas iniciativas reportan mayor satisfacción y están más dispuestas a recomendar su lugar de trabajo. Esto cobra sentido, pues al priorizar la salud mental y prevenir el burnout a través de programas, cuidamos a nuestro equipo y también construimos una organización más sólida”.
Por otra parte, Jackeline Henao, fundadora y directora de Team Consultor, una consultora de comunicaciones holística explica que “para transformar esta situación no solo se requieren políticas públicas, sino también un cambio de mentalidad y conciencia por parte de los líderes. Crear entornos laborales saludables va más allá de una moda porque impacta directamente en la creatividad y la eficiencia, generando beneficios a largo plazo tanto para los empleados como para las organizaciones”.
La salud mental es un asunto que concierne a todos, no solo a los que se ven directamente afectados por ella. Por esto, la inversión en la salud mental será un eje contribuyente al futuro y bienestar del país.
Fuente: El Tiempo.