Entre 2000 y 2015, la participación laboral de las mujeres jóvenes aumentó levemente, pero las restricciones impuestas por el género en las instituciones siguen siendo una barrera significativa.
En Colombia, a pesar de la Ley de Formalización y Generación del Empleo 1429 y otras estrategias que facilitan la integración de las mujeres en el mercado laboral, muchas enfrentan una doble carga de responsabilidades laborales y domésticas.
Esto las lleva a desistir de trabajar en empleos formales y buscar ingresos por cuenta propia para equilibrar mejor sus compromisos familiares.
La carga desproporcionada, la falta de balance entre vida y trabajo, las limitadas oportunidades educativas y el acceso restringido a recursos, son algunos de los principales obstáculos que obligan a las mujeres a trabajar por cuenta propia en muchos casos en informalidad.
“Es crucial que, además de generar oportunidades en el mercado laboral, se creen las condiciones para que las mujeres puedan permanecer y crecer en sus trabajos»
Según Jackeline Henao Bustos, fundadora y directora de Team Consultor, «Para lograrlo, es necesario trabajar de forma holística en las organizaciones, fomentando culturas organizacionales más equitativas y sensibilizando sobre la importancia y valoración del trabajo de cuidado»
El 40 % de la mujeres trabajan por cuenta propia
En Colombia, el 40% de las mujeres trabaja por cuenta propia mientras en países como Chile, Uruguay, Costa Rica y Argentina esta cifra no alcanza el 20%.
De acuerdo con el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo sobre el mercado laboral femenino en América Latina y el Caribe.
En el informe también destaca que las diferencias de género y las desigualdades entre mujeres no solo se asocian con el tipo de inserción laboral por sector y categoría de ocupación, sino también con la calidad del empleo.
Por ejemplo, en explotaciones mineras pequeñas, las mujeres representan hasta el 50% de la mano de obra, aunque sus salarios son generalmente inferiores a los de sus homólogos masculinos.
Además, el estudio explica que las mujeres dedican más del triple de tiempo al trabajo no remunerado en comparación con los hombres. Esto afecta negativamente su participación en el mercado laboral remunerado.
“Para incrementar la participación laboral de las mujeres, es esencial incentivarlas a estudiar o continuar con una formación superior que les permitirá acceder a mejores empleos y mejorar su calidad de vida»
Agregó Henao que «Este enfoque subraya la importancia del desarrollo de políticas públicas, empresariales y estrategias que promuevan una cultura de la equidad de género en el mercado laboral, reconociendo y valorando equitativamente las contribuciones de las mujeres»
Según el informe, a carencias educativas, la maternidad temprana, la carga de cuidados que se impone a las mujeres en los hogares, es por esto que, el esfuerzo no debe hacerse únicamente desde el sector público, si no también con un cambio de mentalidad y cultura desde el sector privado.
«El crecimiento económico no es suficiente para cerrar el círculo de necesidades, a medida que más empresas se apropien y promuevan en sus culturas el enfoque de equidad y trabajen en la implementación de políticas con acciones»
Una de las conclusiones del informe es que «Hay que brindar mejores condiciones y aspi se disminuitá el número de mujeres que trabajan por cuenta propia en condiciones precarias».
Fuente: Diario del Sur.