Comunicación alternativa para la transformación

En un mundo en el que la información fluye constantemente, la comunicación se erige como una fuerza poderosa capaz de moldear percepciones, desencadenar acciones y, lo más importante, transformar realidades.

En el ámbito empresarial, la manera en que nos comunicamos no solo define nuestra cultura organizacional, sino que también puede tener un impacto significativo en la sociedad en su conjunto.

Desde el compromiso con la transparencia y la responsabilidad hasta la promoción de valores de justicia y equidad, la comunicación se convierte en el motor que impulsa el cambio. En las empresas, la adopción de una comunicación transformadora no solo fortalece la cohesión interna y la confianza de los trabajadores, sino que también proyecta una imagen sólida y comprometida hacia el exterior.

Pero el alcance de la comunicación va más allá de las paredes de una empresa. La manera en la que comunicamos una causa puede determinar su éxito o fracaso. Hablemos, por ejemplo, del cambio climático. A pesar del consenso científico sobre su existencia y causas, la falta de una comunicación efectiva ha obstaculizado la acción colectiva necesaria para abordar este desafío global.

Aquí es donde entra en juego la comunicación alternativa. Esta forma de comunicación, centrada en dar voz a los protagonistas de la realidad social, puede ser un catalizador para el cambio, que puede incluir una amplia gama de tecnologías, dispositivos, y técnicas.
Al contar historias desde perspectivas diversas y visibilizar las causas subyacentes de los problemas, la comunicación alternativa desafía el status quo y moviliza a las personas hacia la acción.

El poder de este tipo de comunicación reside en su capacidad para democratizar el acceso a la información y fomentar un diálogo inclusivo. Desde las antiguas tradiciones de los pochtecas en Mesoamérica hasta los movimientos de resistencia contemporáneos, la comunicación alternativa ha sido un instrumento para la justicia social y el empoderamiento de las comunidades.

Pero la transformación a través de la comunicación no se detiene en la narración de historias. Requiere un cambio en las estructuras mismas de cómo se produce y se comparte el conocimiento. En este sentido, las empresas desempeñan un papel crucial al adoptar prácticas comunicativas que no sólo informen, sino que también involucren a sus empleados y a la sociedad en general en un diálogo constructivo y participativo.

La comunicación alternativa puede ser utilizada en una variedad de entornos, incluidos el hogar, los colegios, el lugar de trabajo y en situaciones sociales, con el objetivo de integrarse plenamente en la vida cotidiana de las personas.

Por ello, en última instancia, la comunicación no es solo un medio para transmitir información, sino una herramienta para generar cambios significativos en el mundo que nos rodea. Al visibilizar causas, empoderar a las comunidades y promover el diálogo constructivo, tanto las empresas como la sociedad en su conjunto pueden convertirse en motores de transformación social y empresarial. Es hora de que las empresas aprovechen todo su potencial comunicativo para construir un futuro más justo, equitativo y sostenible para todos.

 

JACKELINE HENAO

Fundadora y directora de Team Consultor